
En el vasto tapiz de Brasil, donde la ciencia y la tecnología han sido motores culturales y económicos, surge una historia inquietante. Entre 2015 y 2025, el país ha transitado por un camino que amenaza con borrar décadas de progreso en el ámbito científico. Políticas fiscales draconianas se han entrelazado en la narrativa nacional, disminuyendo una inversión vital para la prosperidad y la justicia social.
Un Golpe al Corazón del Desarrollo Científico
La arteria que ha alimentado la investigación y el desarrollo en Brasil parece haberse estrechado peligrosamente. La inversión en I+D, que alguna vez representó la promesa de crecimiento al constituir el 1.34% del PIB, se ha reducido a un magro 1.14%. La comunidad científica observa con preocupación cómo se desvanecen las oportunidades que permiten avances en el conocimiento y la innovación.
El Fondo Nacional Bloqueado
Cual manos invisibles, los fondos del FNDCT se encuentran cautivos. Alrededor del 80% de estos recursos esenciales para la ciencia han sido retenidos sin un adecuado escrutinio, asfixiando el potencial de instituciones públicas que juegan un rol crucial en la cultura científica del país.
Desigualdades que Persisten
El panorama científico se ha tornado desigual, con financiamientos enfocados principalmente en los estados del sudeste. Mientras tanto, las regiones del norte y nordeste, vibrantes pero olvidadas, apenas reciben un aliento del presupuesto federal, perpetuando así una brecha regional que anhela cerrar.
Silenciamiento de Voces Expertas
El eco de las conferencias nacionales de ciencia ha sido acallado. Los órganos deliberativos del SNCTI han sido desactivados, eliminando con ello los espacios democráticos donde las voces expertas podían articular, deliberar y guiar el conocimiento científico. Los mecanismos que aseguraban una participación equitativa han sido desmantelados, dejando un vacío que amenaza la diversidad de perspectivas.
La Ciencia como Derecho Humano Vulnerado
Estas decisiones no son simples ajustes presupuestarios; son una afrenta al derecho humano a la ciencia, consagrado tanto en el PIDESC como en la Constitución de Brasil. La promesa de avanzar sin retrocesos en el acceso y desarrollo del conocimiento ha sido incumplida. En esencia, no se trata solo de cifras y políticas, sino de un llamado urgente a revaluar las prioridades y a restablecer el compromiso hacia una ciencia inclusiva y equitativa.
Reflexiones Finales
Mientras resta escribir los próximos capítulos de esta historia, es crucial que la comunidad nacional e internacional reconozca la importancia de defender la ciencia y la tecnología como pilares fundamentales de la sociedad. Rescatar estos valores es más que una necesidad; es un deber hacia las generaciones futuras.